¡Cuidado con el sol!, pues, aunque los expertos recomiendan protección solar durante todo el año, nos olvidamos cuando queremos broncearnos rápidamente. Además, en verano, sobre todo durante las vacaciones, tomamos el sol, la piel se deshidrata, surgen manchas y descamación dérmica. Para evitarlo es necesario usar un protector solar e hidratarnos adecuadamente por dentro y por fuera. Por ello, en Massay combinamos la nutrición y la estética para que este año ¡tú bronceado sea la envidia de la playa!

1. Barreras Físicas: sombrilla, gorra, sombrero, ect.
2. Cosmética: crema protectora, mascarillas, tratamientos, ect.
3. Alimentación: alimentos que ayudan a protegernos, alimentos que ayudan a producir melanina, ect.
4. Suplementos: antioxidantes, vitamina D, vitamina C, ect.

La alimentación es un factor importantísimo para ayudar a nuestra piel y a nuestro organismo a procesar de una forma más favorable el impacto de las radiaciones solares.

Es la responsable del color de nuestra piel y se produce en la capa basal de la epidermis. Para la correcta protección de nuestra piel es importante estimular la síntesis de la melanina. Su función es actuar como filtro para evitar daños de los rayos ultravioletas. También mantiene el bronceado por más tiempo y protege la dermis frente a la acción nociva de los rayos UV y de los radicales libres. Por último, nos permite evitar la pérdida de elasticidad y prevenir el envejecimiento prematuro y la aparición de arrugas y líneas de expresión.

• Betacarotenos: Nutriente precursor de la vitamina A, que es fundamental para producir la melanina. Los carotenoides, según numerosos estudios, absorben los rayos UV para proteger la piel de los eritemas solares. Esta sustancia abunda en la calabaza, zanahorias, melocotones, albaricoques, papaya, pimientos, mango, nectarina… y en general en los vegetales con colores intensos.

• Vitamina D: Sus funciones principales son: Ayudar a absorber el Ca y el P, también es un inmunomodulador muy potente y regula la producción de lectina (una hormona que ayuda a sentirse saciado). El 90% de la vitamina D que recibimos la sintetizamos de manera cutánea al exponernos a los rayos del sol y solo el 10% es por ingesta. Una vez sintetizamos la vitamina D en la piel, se metaboliza en el hígado para que sea activa (D3) y luego tiene que pasar la barrera del riñón también. La vitamina D la podemos encontrar en el pescado azul, en la yema del huevo, setas, lácteos enteros, aceite de hígado de bacalao, hígado, ect.

• Vitamina C: Es necesaria para producir colágeno y reparar tejidos. La podemos encontrar en pimientos rojos, perejil, brócoli, kiwi, fresas, papaya, ect.

• Antioxidantes: Ayudan a reducir el estrés oxidativo, que es el culpable del envejecimiento prematuro de la piel. Los más importantes son la vitamina E y los polifenoles, que son fotoprotectores.

Hemos hablado de una buena alimentación y suplementación para un bronceado intenso, duradero y sano. A continuación, os hablaremos de cómo tratamos en Massay la piel, para conseguirlo con éxito.

El primer objetivo es conseguir la renovación de la piel en profundidad y regenerar así para aportarle salud e hidratación.

El tratamiento consiste en una exfoliación con productos que eliminan en profundidad las células muertas y evitar que se instalen en nuestra piel, aumentando grosor y aportando tonalidades no uniformes.

La primera sesión comienza un mes antes del baño de sol y sería una exfoliación con un producto compuesto por 11 oligoelementos envueltos en barro del mar muerto que tienen una acción profunda sobre la piel.

La siguiente sesión sería a los 15 días de esta y estaría compuesta de una exfoliación con sales de té verde que oxigena la piel aportando luz y previniendo el envejecimiento prematuro.

Finalizaríamos con la preparación de la piel teniéndola hidratada y renovada, esto nos facilitara un bronceado intenso, duradero y saludable sin riesgo de envejecer prematuramente.

RPS 248/18