Dos disciplinas que se unen para un mismo objetivo; mejorar y solucionar las imperfecciones de la piel.

La estética como tal, contempla la aplicación de aparatología, cosmética y trabajo manual, sin embargo, son insuficientes cuando la raíz del problema es interna. Por ello, hemos unido la disciplina de la estética con la nutrición.

La nutrición tiene un papel relevante, claramente evidenciado de ciertos nutrientes en patologías dermatológicas, como el acné, la rosácea y la psoriasis entre otras.         Modificaciones dietéticas como la eliminación de ciertos alimentos y bebidas, podrían ayudar en el tratamiento y prevención de algunas patologías cutáneas.

Las sustancias ingeridas, activan ciertos procesos celulares que terminan provocando una vasodilatación neurogénica, es decir, una inflamación. Al eliminarlas de la dieta ayudamos a reducir la inflamación y llegamos a donde no llega la estética sola.    La presencia de estrés oxidativo y por tanto el aumento constante de radicales libres, deterioran las membranas de las células cutáneas, provocan alteraciones en el ADN de las células de la piel, … y podría tener un papel en el mecanismo inflamatorio. El consumo de fruta y verdura podría resultar beneficioso por su alto contenido en carotenoides, flavonoides y vitamina C.

Además de cubrir las necesidades nutricionales del metabolismo cutáneo, la nutrición contribuye a mejorar las defensas de la piel, a frenar los procesos inflamatorios y a favorecer su recuperación en ciertas enfermedades.

En el caso de que fuera necesario reforzaríamos los resultados del cambio de ingesta con suplementación nutricional. Utilizando un complejo de vitaminas, oligoelementos y antioxidantes vegetales para una protección celular óptima (Nutergia). Ayudando a frenar el envejecimiento celular, proteger la piel ante exposiciones solares; prevenir y limitar el estrés oxidativo.

Uniendo los dos departamentos llegamos mucho más en profundidad a la raíz del problema y podemos dar un servicio mucho más completo, ayudando al paciente a conseguir su objetivo. Durante todo el proceso del tratamiento se le hará un seguimiento exhaustivo para llevar un control de la evolución, tanto a nivel estético como a nivel nutricional.