El cuidado de la piel comienza por la mañana, pero es durante la noche cuando éste es aún más importante.

Durante la noche es cuando la piel se regenera, se establece el PH y aumenta la producción de colágeno, componente imprescindible para mantener la piel elástica y previniendo así el envejecimiento prematuro. Para que esto ocurra eficazmente, los poros deben permanecer limpios y libres de toxina.

De lo contrario, aun no habiéndote maquillado, todo el aceite y la polución absorbida a lo largo del día aportara densidad y peso molecular a la piel, favoreciendo así la flacidez y no dejando que respire.

Hay múltiples factores por la cual tu piel puede estar alterada, entre ellas están las agresiones externas (frio, viento, polución, sol) y están las internas (alimentación, hidratación, estrés y enfermedades). Estos factores debilitan nuestro rostro y dan lugar a imperfecciones tales como sequedad, envejecimiento, manchas y arrugas.

A lo largo del día, la piel suele recibir otros productos como, por ejemplo, protector solar o la crema hidratante. Si no se elimina, esos residuos pueden oxidarse y obstruir los poros, estimulando la aparición de la toxina.

Por ello, aunque estemos en casa sin salir y no nos maquillemos, sigue siendo igual de importante la limpieza de la piel del rostro.

Podemos contar con diferentes tipos de textura y principio activo. Desde las leches que son más emulsionadoras, a los geles o gelatinas que nos dan sensación de frescura y limpieza en profundidad.

El modo de aplicación es hacer movimientos circulares de forma suave y sin fricción, en la frente, mejillas, mentón y nariz, además del cuello para promover aún más la renovación celular.

La importancia del tónico o agua termal: elimina la última suciedad, reestablece el ph, refresca, hidrata, cierra los poros y aumenta el riego sanguíneo, como veis producto imprescindible en tu ritual diario.

Limpia tu piel en profundidad, exfóliate.

Procura descongestionar tus poros al menos una vez por semana para purificar tu piel, nuestra recomendación es que profundices con una exfoliación. Un buen producto que te asegure resultados. Si tu problema es el grosor de la piel o las manchas te asesoramos que hagas un peeling Glicólico o peeling médico de la mano de un profesional.

A parte de nuestro ritual cotidiano de limpieza es necesario realizarse cada tres o cuatro meses una limpieza de cutis profesional que restaure por completo los niveles de higiene necesarios, así mantendrás tu rostro en perfectas condiciones.